Cortes de Pallás vuelve a 1609 para "no olvidar la historia"

infoJUCAR | Tras siete años de parón, la localidad volvió a revivir este domingo las cruentas batallas de la expulsión de los moriscos que marcaron el devenir de la comarca durante siglos

Cientos de personas disfrutaron este domingo de la historia comarcal gracias a la conmemoración de la Batalla de los Moriscos que, tras siete años sin llevarse a cabo, llenó las calles y plazas de Cortes de Pallás en un momento cargado de simbolismo.

Gracias a la participación de los actores y actrices de la Asociación Napoleónica Valenciana en colaboración con los propios vecinos del municipio, y bajo un sol de justicia, la localidad regresó al año 1609, hito de la historia del viejo Reino de Valencia, cuando, por orden de Felipe III, se produce la expulsión de los moriscos.

Una expulsión que en algunas regiones de la geografía nacional se llevó a cabo "sin violencia", si por "no violencia" puede considerarse el despojo de sus hogares a miles de personas y que en territorio cortesano, y en todo el Valle de Ayora-Cofrentes, supuso un encarnizado enfrentamiento entre los pobladores que se negaron a abandonar el territorio y las fuerzas reales.

La Muela de Cortes, lugar donde los "rebeldes" se atrincheraron, se ha convertido desde entonces en emblema y bastión de un acontecimiento que ha traspasado los siglos y las generaciones. La batalla se alargó desde septiembre a noviembre de dicho año, ofreciendo trágicos episodios tanto de asedio como de resistencia. Tras tres duros meses de persecución, se produjo la rendición de estos “cristianos nuevos”, que seguían practicando su religión musulmana, y la población descendió de unos 1500 habitantes a solamente 160 vecinos. La salida forzada de toda esta población de estas tierras marcó el desarrollo del valle hasta nuestros días, siendo necesaria una repoblación posterior.

Un acontecimiento que en Cortes han recordado durante años, y que tras un parón de un septenio, ha vuelto a traer a la vida, y a la muerte, aquellos oscuros días.

Además de la recreación del enfrentamiento entre moros y cristianos, vecinos y visitantes pudieron disfrutar durante toda la jornada de un mercado medieval con productos artesanales.