El cangrejo araña, nueva amenaza para la posidonia en el Mediterráneo

Un estudio del IMEDEA (CSIC-UIB) demuestra por primera vez que Percnon gibbesi se alimenta de Posidonia oceanica, afectando su capacidad de regeneración y reproducción

Las praderas de Posidonia oceanica, una planta marina endémica del Mediterráneo, son pilares fundamentales de los ecosistemas marinos: ofrecen refugio y alimento a numerosas especies, estabilizan el fondo marino y capturan grandes cantidades de carbono, actuando como aliadas naturales contra el cambio climático. Sin embargo, estos hábitats, ya amenazados por el calentamiento del agua, la contaminación y la presión humana, se enfrentan ahora a un nuevo enemigo inesperado: el cangrejo araña.

Un estudio del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA, CSIC-UIB) ha revelado por primera vez que esta especie invasora, conocida científicamente como Percnon gibbesi, se alimenta directamente de la posidonia, comprometiendo su supervivencia a largo plazo.

Un herbívoro tropical que afecta estructuras clave

Desde su llegada al Mediterráneo en 1999, Percnon gibbesi se ha extendido rápidamente por las zonas litorales de aguas someras y fondos rocosos. El estudio, realizado en condiciones controladas, permitió observar que este cangrejo consume de forma preferente los rizomas y frutos de la Posidonia oceanica, mientras que las hojas son menos apetecibles.

Este patrón de alimentación es especialmente preocupante. Los rizomas son esenciales para el anclaje y crecimiento de la planta, y los frutos son clave para su reproducción. El consumo de estas estructuras podría poner en riesgo la regeneración natural de las praderas y agravar su ya delicado estado de conservación.

Una expansión que podría tener consecuencias ecológicas

Daniel Bohorquez Puentes, primer autor del estudio, señala que, aunque actualmente la herbivoría del cangrejo araña parece restringida a hábitats específicos, su continua expansión podría convertir este fenómeno en una amenaza de gran escala para el ecosistema mediterráneo. La investigadora Andrea Antón, coautora del trabajo, subraya “la urgencia de seguir investigando los efectos de las especies invasoras sobre los ecosistemas marinos” y recuerda que la posidonia está catalogada como hábitat en peligro por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Medidas de seguimiento y conservación

Ante esta nueva amenaza, el equipo investigador propone reforzar la vigilancia de la interacción entre el cangrejo araña y la posidonia, además de explorar posibles medidas para reducir su impacto. La investigación advierte que ignorar esta presión añadida podría comprometer irreversiblemente uno de los ecosistemas más valiosos del Mediterráneo.

 

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