Diputados del PP visitan la central nuclear de Cofrentes y exige al Gobierno su continuidad
Los populares advierten de que el cierre en 2030 duplicará el precio de la luz y perjudicará la competitividad de las empresas valencianas
Un grupo de diputados del
Partido Popular (PP) ha visitado la central
nuclear de Cofrentes para reforzar su petición al Gobierno de mantener su actividad más allá de 2030 y evitar su
cierre dentro del plan de desmantelamiento de las centrales nucleares en
España. Durante la visita, el portavoz de Industria del Grupo Popular en Les
Corts, Salvador Aguilella, ha insistido en que la
clausura de Cofrentes supondría un aumento en
la factura de la luz para los valencianos y una amenaza para la competitividad
de las empresas.
Aguilella,
acompañado de los diputados Dora Llop,
Domingo Giner y Alejo Font de Mora, ha conocido de primera mano
el funcionamiento de la planta y ha defendido la necesidad de prolongar su vida
útil. En su intervención, ha recordado que el PP
ha presentado en Les Corts una proposición no de ley para evitar el cierre de
la instalación, argumentando que la energía nuclear es fundamental para garantizar el suministro eléctrico y evitar la
dependencia de combustibles fósiles más contaminantes.
Un cierre con
consecuencias económicas y medioambientales
Desde el PP
denuncian que España es, junto con Alemania, el
único país de Europa que está cerrando sus centrales nucleares,
mientras que otras naciones como Reino Unido,
Suecia, Bélgica y Estados Unidos han apostado por ampliar su capacidad nuclear.
Aguilella ha
sido tajante al afirmar que la decisión del Gobierno es un "suicidio energético" basado en razones ideológicas, sin
respaldo económico ni medioambiental. Según el portavoz
popular, el cierre de Cofrentes no solo elevaría el
coste de la energía, sino que obligaría a un mayor uso de gas y carbón, lo que incrementaría en
tres millones de toneladas anuales las emisiones de CO₂
en la Comunitat Valenciana.
Además, los
populares han criticado que no existe un
plan alternativo para la comarca una vez que se produzca el cierre,
lo que pone en peligro los 650 empleos
directos y miles de puestos de trabajo indirectos que dependen
de la central. "Si se consuma el cierre, la Comunitat perderá el 45% de su
energía y no podemos permitírnoslo", ha advertido Aguilella.
Una energía
limpia y necesaria para la estabilidad del sistema
El PP ha
defendido que la energía nuclear es segura, estable
y libre de emisiones, tal como la ha reconocido la Unión
Europea. Según Aguilella, la central de Cofrentes está preparada
para seguir operando más allá de 2030, garantizando el
suministro en un momento en el que las energías
renovables aún no son suficientes para cubrir la demanda.
Los diputados
han insistido en que no se trata
de construir nuevas centrales nucleares, sino de aprovechar las
infraestructuras ya existentes en un entorno controlado.
"Cerrar Cofrentes sin una alternativa viable supondrá un encarecimiento
inmediato de la electricidad y un golpe a la economía de la Comunitat
Valenciana", ha concluido Aguilella.
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