Ecologistas rechazan el macroproyecto de baterías de ión-litio en Picassent
La organización ecologista alerta del riesgo ambiental y social del proyecto 'Bess 132 kV', vinculado al futuro centro de datos Digital Valley y ubicado a menos de 3 kilómetros del Parque Natural de la Albufera
Ecologistes en Acció de València ha presentado alegaciones contra el proyecto de almacenamiento
energético ‘Bess 132 kV’, promovido en el término municipal
de Picassent, por considerar que no responde al interés general y supone un grave riesgo ambiental y social para la
zona. La organización denuncia que esta infraestructura de baterías de
ion-litio está diseñada para
abastecer al futuro centro de datos Digital Valley, anunciado
en enero, y no para contribuir a la descarbonización o mejora de la red
eléctrica.
Según el
colectivo, este tipo de instalaciones añade más
presión sobre los recursos energéticos e hídricos, entrando en
conflicto directo con el modelo
agrícola tradicional y las necesidades del resto de la
población. Además, señalan que la proximidad
al Parque Natural de la Albufera, a tan solo 2.800 metros, agrava la amenaza, ya que se trata
de una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y
un entorno de altísima sensibilidad ecológica.
Un precedente
peligroso: el incendio de Azuqueca
Ecologistes
en Acció recuerda que las baterías de
ion-litio pueden convertirse en focos de incendios difíciles de controlar, como ocurrió en
el incendio del centro de reciclaje de Azuqueca de Henares
(Guadalajara). Aquel fuego, que se mantuvo activo durante
cuatro días, generó una nube
tóxica que obligó a confinar a la población sin posibilidad de
refrigeración durante una ola de calor. “Si algo así
ocurriera junto a la Albufera, las consecuencias para la
biodiversidad y para los vecinos de la zona serían
catastróficas”, advierten.
Rechazo al
modelo del “capitalismo verde”
La
organización enmarca este proyecto dentro de lo que califican como una nueva burbuja de centros de datos, que llega a la
península ibérica en busca de energía
barata y naturaleza que explotar, bajo el paraguas de discursos
ambientalistas vacíos y promesas
de empleo poco sostenibles. Para Ecologistes en Acció, se trata
de un modelo económico extractivo y ajeno a las necesidades reales
del territorio.
En sus
alegaciones, exigen la paralización
del proyecto, así como una
evaluación ambiental rigurosa que tenga en cuenta no solo los
impactos directos, sino también los efectos acumulativos de este tipo de
infraestructuras sobre los
ecosistemas, la salud pública y los medios de vida rurales.
Defensa
activa del territorio
“Seguiremos defendiendo el territorio frente a esta ola
colonizadora y apostando por iniciativas
que realmente mejoren las condiciones de vida de las personas y
respeten los valores ambientales”, concluye la organización, que considera que la proximidad a un espacio como la Albufera debería ser motivo
suficiente para frenar cualquier megaproyecto de este tipo.
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