El mejillón cebra invade el mayor embalse de la cuenca del Júcar

 

El Área de Calidad de las Aguas de la Confederación Hidrográfica del Júcar., en el marco de su Plan de Choque para el control y seguimiento de especies exóticas invasoras, ha confirmado esta semana la detección de ejemplares de mejillón cebra (Dreissena polymorpha) adulto en el embalse de Alarcón, en el tramo de cabecera del río Júcar. Recordar que las aguas de este embalse estaban siendo objeto de seguimiento continuado desde que se descubrieron larvas de esta especie invasora en 2018. La detección se suma a la que se descubrió el verano pasado en la cuenca del Segura. Esta especie exótica invasora amenaza los ecosistemas que va colonizando a corto y medio plazo, representando un riesgo socioeconómico de enorme magnitud. A nivel económico, los efectos se centran en limitaciones o pérdidas de eficiencia en el uso del agua (limpieza de superficies y obturación de conducciones expuestas a procesos de fijación de organismos), que también reduce su calidad.

La aparición de los ejemplares adultos de este molusco pone de manifiesto que el mejillón cebra se ha consolidado en el embalse de Alarcón, la infraestructura hidráulica con mayor capacidad de la demarcación hidrográfica del Júcar. Se trata de un descubrimiento que "inquieta" tanto a los gestores como a los usuarios por los severos daños ecológicos y económicos que puede producir esta especie exótica invasora.

"Hablamos de un embalse muy importante para toda la zona del Júcar. Alarcón tiene muchos usos, juega un papel muy importante en todo el sistema de explotación del Júcar, y en especial en el trasvase Tajo-Segura, y las afecciones que puede provocar para los regantes y las infraestructuras hidráulicas pueden ser muy importantes", ha comentado Concha Durán, Jefa de Servicio en el Área de Calidad de las Aguas.

 Inmediatamente después de la detección de varios ejemplares adultos en el embalse, la CHJ ha puesto en marcha diferentes medidas de prevención para tratar de evitar que el mejillón cebra se expanda rápidamente aguas abajo de Alarcón. La más importante tiene que ver con su navegabilidad. "Cuando se detecta su presencia en una masa de agua, las normas que regulan la navegación cambian. Implementamos una especie de cuarentena en el embalse, es decir, las embarcaciones cuyos titulares quieran navegar en Alarcón no van a poder hacerlo en ningún otro embalse", ha recalcado Durán.

Ahora el trabajo de los gestores de la CHJ se centra en analizar cómo se comporta la colonia sobre las aguas del embalse y detectar aquellas zonas más proclives para su consolidación. Cabe destacar que un ejemplar adulto de esta especie de mejillón no comestible puede alcanzar los tres centímetros de longitud y prolifera masivamente generando colonias que se adhieren a todo tipo de sustratos duros, por lo que llegan a bloquear canales, conducciones y compuertas.

Y es que precisamente uno de los grandes problemas a la hora de combatir a este molusco es que no existe ningún medio específico para hacerlo. "Sabemos que la presión y la velocidad de las aguas influye, pero lo cierto es que todos los tratamientos que existen para erradicarlo también perjudicarían a todo el ecosistema afecto al agua", señala la Jefa de Servicio en el Área de Calidad de las Aguas.

Con el objetivo de realizar un seguimiento exhaustivo y lo más fiable posible de las especies invasoras, la CHJ cuenta este año con una herramienta muy novedosa: el ADN ambiental. "Se trata de una técnica que permite, solo cogiendo una muestra de agua del embalse, conocer los restos de los seres vivos que han habitado allí. Se puede determinar que hay un siluro aunque no lo estés viendo. O si existe presencia del mejillón cebra, en estado larvario o en edad adulta, porque salen restos de su ADN", explica Concha Durán

El mejillón cebra, considerada una de las especies exóticas invasoras (EEI) más peligrosas del mundo por su impacto económico y sobre los ecosistemas, ya está presente en ocho de las quince demarcaciones hidrográficas de España, después de que se hayan hallado ejemplares adultos en la cuenca del Segura el verano pasado.

La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) comunicó entonces su aparición en el embalse de Talave (Albacete), que será vaciado hasta determinada cota (el mejillón cebra habita a unos 2-5 metros de profundidad) para provocar la muerte por desecación de los ejemplares presentes y evitar así su propagación.

Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, el mejillón cebra también está presente en las demarcaciones del Guadalquivir, de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas; del Guadalete y Barbate; del Tinto, Odiel y Piedras; del Júcar, del Ebro, y del Distrito de Cuenca Fluvial de Cataluña.

Los mejillones cebra filtran sus alimentos del agua. Comen principalmente organismos de una sola célula, como bacterias, algas verde-azuladas, pequeñas algas verdes y protozoos. El mejillón cebra, procedente del Mar Negro y el Mar Caspio, llegó a España en el año 2001 por el Delta del Ebro, se extendió por la cuenca hasta llegar al País Vasco, y allá donde se instala altera el hábitat de los ecosistemas y obtura las instalaciones de aguas

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