El invasor cangrejo americano salva a la nutria de la extinción en la Comunidad Valenciana
Pocas veces sucede que la que se considera una
especie invasora salva de la extinción a un animal autóctono. Pero esto es lo
ha ocurrido con la llegada del cangrejo rojo o cangrejo americano a España y,
en concreto a la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. Un estudio llevado
a cabo por la Generalitat Valenciana y las fundaciones Limne y Aguas de
Valencia ha descubierto que este tipo de cangrejo se ha convertido en la base
de la alimentación de la nutria -un 78 por ciento de su dieta está conformado
por este crustáceo- lo que ha permitido no solamente su supervivencia sino
también la expansión de esta especie, de manera que ya ha pasado de ser una
especie en “peligro de extinción” a “especie vulnerable”.
El estudio ha consistido en la recogida y análisis
de excrementos de nutria, en el que se observó el cambio de dieta en este
animal. “No podemos saber exactamente la cantidad de individuos que viven ahora
en la Comunidad Valenciana, pero sí su distribución, y hemos observado que hay
nutrias en puntos de la región donde hacía años que no se encontraban”, como en
los corredores centrales de Castellón, en la zona entre San Mateu y Vilanova de
Alcolea, explica el jefe de servicio de Vida Silvestre de la Conselleria de
Medio Ambiente Juan Jiménez.
Jiménez ha recordado que el cangrejo americano fue
introducido en España de manera intencionada, con la mejor de las pretensiones,
en los años 70, como recurso de pesca. Poco después se empezaron a observar los
efectos dañinos de esta invasión, puesto que este crustáceo empezó a destruir
poco a poco al cangrejo autóctono en la Comunidad Valenciana, al introducir una
nueva enfermedad contra la que este animal no estaba inmunizado. Sin embargo,
con el tiempo el ecosistema se ha ido adaptando, y se han observado más
ventajas que desventajas en la llegada de este animal. “El caso de la nutria
nos demuestra que el desarrollo no es incompatible con la conservación”.
Otra de las ventajas de esta adaptación natural es
que, puesto que ahora tiene nuevos depredadores -aparte de las nutrias también
se alimentan de él las garzas en la Albufera de Valencia- la cantidad de
cangrejos americanos se ha equilibrado y existe más espacio para el cangrejo
valenciano.
Por su parte, la directora gerente de la Fundación
Limne, Sales Tomás, ha señalado que este estudio sirve como punto de partida
para hacer un análisis de mayor calidad donde poder obtener más excrementos, en
mayor cantidad de puntos y de diferentes épocas del año, puesto que el actual
análisis se realizó solo durante los meses de verano.
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