Valle de Ayora-Cofrentes y Canal de Navarrés ponen en marcha un proceso participativo pionero para definir propuestas de restauración forestal
infoJUCAR | El objetivo es planificar correctamente
las acciones medioambientales teniendo el respaldo de la población local para
actuar sobre las áreas prioritarias
Tras un incendio
forestal o el abandono de una cantera, las medidas para recuperar la naturaleza
dañada no siempre tienen en cuenta a las poblaciones afectadas. Por ello, un
equipo multidisciplinar de universidades, centros de investigación y ONG ha
puesto en marcha un proyecto pionero para definir cómo y dónde hay que aplicar
medidas de restauración ecológica para recuperar nuestros paisajes, y hacerlo
de un modo participativo, integrando la visión y las aspiraciones de la
población.
Recuperar bosques
quemados, crear humedales, renaturalizar el cauce de una rambla o un río,
restaurar zonas en riesgo de desertificación... son algunos ejemplos de
restauración ecológica –la recuperación de ecosistemas degradados, dañados o
destruidos– que se realizan en paisajes mediterráneos de la Comunidad
Valenciana. Unas medidas que ayudan a la naturaleza y ofrecen beneficios a la
sociedad como la lucha contra el cambio climático, el control de inundaciones o
la recuperación del valor estético de esos paisajes degradados.
Sin embargo, a veces
estas iniciativas no están correctamente planificadas, no cuentan con el
respaldo de la población local o no actúan sobre las áreas prioritarias. Para
mejorar esta situación, investigadores de la Universidad de Alicante, la
Universidad de Barcelona, el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña, la
Fundación Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo y WWF, han puesto en
marcha el proyecto 'Recuperando nuestros paisajes (TERECOVA)', que busca
desarrollar herramientas para determinar qué y dónde se debe restaurar,
empezando por dos iniciativas piloto en la Comunidad Valenciana.
En la demarcación
forestal de Enguera (que abarca las comarcas del Valle de Ayora-Cofrentes y
Canal de Navarrés, al suroeste de la provincia de Valencia) y en la de
Crevillente (que cubre las comarcas de La Vega Baja, Bajo y Medio Vinalopó, al
sur de Alicante) se ha puesto en marcha un proceso participativo pionero para
definir propuestas de restauración, del que han formado parte varios cientos de
representantes de la sociedad civil, la ciencia y la administración.
En una primera fase, los
participantes eligieron sus criterios prioritarios para llevar a cabo la
restauración ecológica: por ejemplo, actuaciones que favorecen la retención y
almacenamiento de agua, medidas frente a los incendios e inundaciones, creación
de corredores ecológicos para el movimiento de la fauna, actuaciones en áreas
de interés patrimonial o zonas con alto desempleo.
La segunda fase llevó a
cabo un análisis de coste/efectividad de esas medidas, es decir, dónde la
inversión en restauración puede generar los máximos beneficios ambientales. El
proyecto generará mapas de prioridad e inversión óptima para su uso por las
administraciones. Además, se pretende que sirva como catalizador de iniciativas
privadas y público-privadas.
El objetivo de TERECOVA
es que esta forma de recuperar los paisajes degradados y de restaurar la
naturaleza, en la que la participación pública tiene un peso fundamental, se
extienda a otras zonas del Mediterráneo. Los investigadores del proyecto
cuentan con el respaldo de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio
Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat valenciana, que se ha
comprometido a emplear las herramientas generadas por el proyecto en futuras
actuaciones en esta y otras Demarcaciones Forestales.
Comentarios
Publicar un comentario