La contaminación por nitratos deja sin agua a más de 200.000 personas
La contaminación de las aguas por nitratos tiene su
origen en el uso masivo de abonos nitrogenados en la agricultura de regadío
intensiva, así como en las macrogranjas de ganadería intensiva. Dado que ambas
actividades económicas siguen creciendo en nuestro país, es previsible que
también lo haga al mismo ritmo esta
contaminación, que daña acuíferos y aguas superficiales, en muchos casos
de forma casi irreversible, y supone un grave riesgo para la salud humana.
Ante la gravedad del problema, Ecologistas en Acción
ha elaborado el informe ‘La contaminación por nitratos. Impacto en el medio ambiente
y el agua de consumo humano’. El estudio desvela que, en 2022, el 11% de las
aguas superficiales estaban contaminadas por nitratos, en concentraciones
superiores a la norma de calidad ambiental. Esta cifra aumenta al 37% en el
caso de las aguas subterráneas, según datos del Ministerio de Transición
Ecológica y Reto Demográfico (MITERD).
Esta contaminación ha llevado a que 171 municipios
españoles responsables del suministro de agua potable detectaran, en alguna de
sus redes de distribución, valores de nitratos por encima de los 50 mg/l
permitidos por la normativa, lo que afectó a 214.851 habitantes, según datos
del Ministerio de Sanidad.
El acceso al agua potable y el saneamiento es un
derecho humano, considerado como tal por Naciones Unidas desde 2010, por lo que
el hecho de que se esté suministrando agua contaminada no apta para el consumo
a más de doscientas mil personas supone un claro retroceso en cuanto a calidad
de vida, que está afectando especialmente a municipios de la denominada “España
vaciada”.
Por otro lado, estudios recientes concluyen que el
valor límite máximo permitido por la legislación europea y española, de 50 mg
de nitratos por litro de agua potable, no es suficiente para proteger a la
población, especialmente frente a enfermedades como el cáncer colorrectal.
Además, los controles realizados por las
administraciones son insuficientes, como han demostrado los análisis realizados
por voluntarias y voluntarios de Ecologistas en Acción, especialmente en los
casos de fuentes públicas no tratadas y manantiales utilizados por la
población.
Por todo ello, Ecologistas en Acción reclama que se
intensifiquen los controles en el agua de abastecimiento a poblaciones en todos
los municipios del Estado español, con el fin de detectar todos los incumplimientos
en materia de nitratos. Asimismo, la organización ecologista exige al Gobierno
español y a los partidos políticos que modifiquen el Real Decreto 3/2023 de
agua de consumo humano, reduciendo el valor límite máximo permitido de
nitratos.
Ecologistas en Acción considera inadmisible que en
el agua potable se permitan 50 mg/l de nitratos, conociéndose su implicación en
el desarrollo de cánceres y siendo el límite permitido para los ecosistemas
fluviales la mitad que el permitido para el agua de boca.
En cuanto a la contaminación ambiental, Ecologistas
en Acción exige que se reduzca el uso de abonos nitrogenados, al menos, el 20%
que exige la ‘Estrategia de la granja a la mesa’ de la Unión Europea, y que se
frene la expansión de la ganadería intensiva desde los ámbitos estatal y
autonómicos, que impide la apertura de nuevas instalaciones. Ambas actividades
están produciendo daños ambientales muy importantes, en muchos casos
irreversibles.
Por último, Ecologistas en Acción señala que los
responsables económicos causantes de la contaminación (ganadería y agricultura
intensivas) deben pagar los sobrecostes de la potabilización del agua,
necesaria a consecuencia de sus acciones contra el medio ambiente.
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