Controlado el incendio de la Vall d'Ebo tras calcinar 12.150 hectáreas
El incendio forestal de Vall d'Ebo, en Alicante, que
comenzó el sábado de la semana pasada a causa de un rayo, se ha dado por
controlado este domingo, según ha anunciado el president de la Generalitat,
Ximo Puig.
Puig ha hecho este anuncio tras participar en la
reunión del Puesto de Mando Avanzado celebrada a última hora de esta mañana en
la que se ha analizado la evolución de los grandes incendios forestales que afectan
a la Comunitat Valenciana, y en la que se avanzado que el de Bejís (Castellón)
está "en proceso de estabilización".
En la extinción de este incendio del interior de la
provincia de Alicante ya no trabajaban medios aéreos, sino únicamente medios
terrestres que vigilaban posibles rebrotes de las llamas, y según los datos del
programa de satélites comunitario Copernicus de este domingo habría afectado a
11.317 hectáreas.
Las consecuencias de las llamas son más que visibles
una semana después de originarse y se ven traducidas en kilómetros de
vegetación calcinada. Una situación que ha provocado una imagen insólita, que
deja una postal más propia de una zona volcánica que de un valle del interior
de la provincia de Alicante.
Tal ha sido el paso del fuego por esta zona que
apenas queda vegetación que no se haya visto afectada, así como resulta casi
imposible encontrar rastro de fauna en el entorno ni apreciar el canto de los
pájaros entre el cementerio de árboles negros que luce alrededor de Ebo.
No obstante, este domingo el fuego ya se da por
controlado debido a la evolución favorable, según ha informado el servicio de
Emergencias de la Generalitat y el consorcio provincial de bomberos. Su
alcaldesa, Leonor N. Jiménez Damaso, recuerda con "mucho dolor" y un
"temor enorme" lo que sucedió durante la última noche de las fiestas
locales y considera "un milagro" que no se haya quemado el pueblo ni
nadie resultara herido.
"Estábamos celebrando la última noche de las
fiestas cuando cayó el rayo en la copa de un árbol de una partida cercana. Era
de noche y los efectivos aéreos no pudieron intervenir. Entonces supe que era grave
y mandé irnos justo al acabar de cenar porque la noche iba a ser larga. Llamé
al 112 y al rato, todo estaba rodeado de fuego porque las condiciones no eran
buenas: calor intenso, viento y mucha humedad", ha relatado 'Nori', como
así se la conoce en la localidad.
Del mismo modo, ha señalado que esta situación
"ya la esperaba" tras las lluvias intensas de la primavera, puesto
que eso produjo que la hierba "creciera mucho" y se secara después.
"Si no hubiese habido tanta hierba, quizá no se hubiera expandido tanto, pero
al final todo ha sido por un rayo", remarca.
Días después de que los momentos más críticos del
incendio hayan pasado, 'Nori' se muestra "cansada" y
"exhausta" por la tensión sufrida durante toda la semana y reconoce
que ha sido "el momento más duro" desde que está al frente de la
Alcaldía desde mediados del año 2017. "Ha sido horrible, pero es cierto
que parece un milagro de la virgen de agosto que no se haya quemado el pueblo
ni nadie haya resultado herido", agrega.
Paralelamente, reivindica que el proceso de
regeneración del entorno paisajístico se debe hacer con especies autóctonas,
como la carrasca, y no con pinos, como ocurrió en los años 40 y 50, ya que
"un sólo pino se convierte en una fábrica de bombas" en incendios
forestales.
Por ello, asegura que ha trasladado este parecer al
'president' de la Generalitat, Ximo Puig, y al presidente de la Diputación,
Carlos Mazón, junto con una batería de propuestas que pasan por el cambio en
políticas contra la despoblación, así como la necesidad de actualizar el plan
de incendios de la localidad.
La Vall d'Ebo no llegó a ser desalojada pese a estar
rodeada de lenguas de fuego y dormir muchos días bajo una lumbre que se
expandía como la pólvora por los montes de la provincia. Aún así, los negocios
y restaurantes locales no dejaron de dar servicios "mínimos" tanto a
los habitantes como a los efectivos que lucharon contra el fuego.
El llamamiento a la normalidad y a visitar el pueblo
ha calado entre los valencianos, ya que varios grupos de turistas procedentes
de pueblos de la provincia de Valencia y de Alicante se han acercado al núcleo
urbano a ver de primera mano las consecuencias de este desastre y, al mismo
tiempo, ayudar a que los vecinos de Vall d'Ebo dejen atrás el horror de toda
esta semana.
En las últimas horas se ha podido ver a grupos de
bomberos extinguir los resquicios restantes de brasas y vegetación que aún
corrían riesgo de prenderse en medio del bosque. Igualmente, empleados
municipales han trabajado durante el fin de semana en restablecer la línea de
fibra óptica que dejó incomunicados a municipios como Alcalá de la Jovada y
Beniaya durante los peores días del incendio forestal.
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