Un estudio de la UPV prevé que los recursos del Júcar se reducirán un 27% a finales de siglo
«Las cuencas con mayor estrés hídrico son especialmente vulnerables al cambio climático y lo serán más a medida que avance este fenómeno. Por ello, es necesario anticiparse a los impactos y tomar medidas preventivas de adaptación para garantizar una gestión óptima de los recursos hídricos, fortaleciendo la resiliencia de estos sistemas frente a los desafíos climáticos emergentes».
Esta es la principal reflexión realizada por Clara
Estrela-Segrelles y Miguel Ángel Pérez-Martín, investigadores de la Universitat
Politècnica de València (UPV), pertenecientes al Instituto de Ingeniería del
Agua y Medio Ambiente (IIAMA), en colaboración con el profesor QJ Wang de la
Universidad de Melbourne (University of Melbourne), en su estudio sobre el
impacto del cambio climático en cuencas con alto estrés hídrico y que ha sido
publicado en la revista científica Water.
El artículo aborda de manera detallada la adaptación
en la gestión de los recursos hídricos en cuencas fluviales que ya experimentan
una alta escasez de agua, utilizando como caso de estudio la Demarcación
Hidrográfica del Júcar.
“El área mediterránea es una de las regiones más
vulnerables del mundo: los modelos de cambio climático prevén una reducción de
los recursos hídricos naturales del 20% al 35% para finales de siglo, debido al
aumento de las temperaturas y la disminución de la precipitación en torno al 10
y 20%”, señalan los autores de la investigación.
Con el objetivo de abordar esta problemática, se
proponen índices de escasez de agua como herramientas eficientes para analizar
la sostenibilidad de los sistemas de recursos hídricos y definir medidas para
adaptar su gestión al cambio climático.
En el caso de la Demarcación Hidrográfica del Júcar
la reducción prevista de los recursos hídricos naturales actuales será entre el
20% y 27%. En este contexto, para adaptar la gestión del agua al cambio
climático se presentan medidas concretas como “aumentar el uso de agua
reutilizada generada en la franja costera del 20% al 50%, es decir de 91
hm3/año a 230 hm3/año, incrementar la eficiencia actual del riego del 54% al
80% y aumentar ligeramente la desalinización de agua del mar en algunos casos
concretos”, afirma Clara Estrela-Segrelles, investigadora principal del
artículo.
Además, también se propone desarrollar completamente
las interconexiones actuales entre los sistemas de recursos hídricos e
implementar las energías renovables, mediante un enfoque innovador y
sostenible, que permita utilizar energía suministrada por sistemas
fotovoltaicos para movilizar los recursos desde la zona de generación hasta la
zona de consumo, según explica el profesor Miguel Ángel Pérez Martín
Esta investigación subraya la necesidad de apostar
por una gestión integrada y proactiva de los recursos hídricos, así como
implementar enfoques colaborativos y multidisciplinares para abordar los
impactos del cambio climático en las cuencas hidrográficas.
“Con el desarrollo adecuado de las medidas
propuestas, se espera que las cuencas altamente estresadas puedan adaptarse de
manera efectiva a los desafíos climáticos emergentes y garantizar la
disponibilidad sostenible de agua para las generaciones futuras”, concluyen los
autores de la investigación.
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