“¿Recuerdas cuando Millares tenía su propio horno tradicional?”


infoJUCAR | La jubilación de los actuales dueños del horno artesanal de la localidad aboca a la pérdida de este servicio básico | La familia Galdón ofrece negocio y alojamiento y ha organizado para este sábado un taller de panadería para despertar la curiosidad por el oficio
¿Recuerdas cuando nuestro pueblo tenía horno de pan? Por desgracia, esta es una pregunta recurrente en los pueblos de interior que, por causas de la despoblación creciente, van viendo cómo se van perdiendo los servicios básicos que no solo hacen más fácil la vida diaria, sino que hacen posible la vida misma en ellos.

Esta es una pregunta que bien podrían hacerse de aquí a unos años los vecinos de Millares. Y es que este pequeño municipio, bisagra entre dos comarcas como La Canal de Navarrés y la Hoya de Buñol, se queda sin su horno tradicional.
Así lo explica Lorena Galdón, hija de los dueños del único Horno-Panadería que queda en este pueblecito valenciano, y que en breve va a echar el cierre.
“Se trata de un horno a leña, en el que se elaboran de manera artesanal la mayoría de los productos que vendemos en el establecimiento”, explica Lorena. “Mis padres se jubilan y el horno se cierra a no ser que haya algún interesado en continuar con el oficio”
“El negocio lo estamos publicando con opción a alquiler (porque creemos que es la salida más viable), y aunque ya nos ha visitado algún interesado, seguimos sin que se hayan decidido por hacerse cargo del negocio”
“Desde nuestra familiar consideramos, con profunda tristeza, que perder el único horno que queda en Millares es más que el cierre de un negocio familiar. Se trata de un servicio para el pueblo, que aunque se supla abasteciendo a la población desde otros lugares, solo los que no lo tienen saben apreciarlo verdaderamente”
Perder el honor de Millares es perder parte de la identidad del pueblo. “Muchos de nuestros productos van vinculados a Millares, y son un reclamo para la gente que los conoce y aprecia”
Los productos elaborados de manera artesana en un horno a leña son sinónimo de calidad y exclusividad, que hoy en día la mayoría de consumidores no disfrutan por no tenerlos a su alcance.
Recordando la importancia de este oficio en la historia, comentar que ya en la Edad Media, los hornos de las poblaciones tenían un carácter público, de forma que solo podían construirse o utilizar bajo licencia real. Su producto principal, el pan, desde su creación, siempre se ha considerado alimento básico. Además, todo lo que conlleva la gastronomía, que es identitaria de un pueblo, como lo es la lengua o el territorio, identifica nuestra cultura y población. Cuando viajamos, sobre todo a los pueblos, ¿qué buscamos conocer? ¿Qué queremos saborear? Está claro que sus productos típicos. En los pueblos suelen ser los elaborados en sus hornos, carnicerías o restaurantes con solera·
“Queremos animar a los interesados a mantener esta tradición.  Nosotros incluso nos prestamos a ayudarles en sus comienzos, desvelándoles nuestras recetas más preciadas”
“Mi preocupación, como ya he comentado, va más allá del cierre del negocio familiar. Veo que el pueblo se va apagando poco a poco, sin poder hacer mucho por remediarlo. Si se pierden sus comercios tradicionales, el pueblo se queda sin servicios básicos, además de perder un claro atractivo para el turismo, y más en un pueblo con pocos recursos”
Los dueños del honor de Millares ofrecen el alquiler del mismo junto a la vivienda que hay en su parte superior al precio de 500 euros mensuales.
Y en ese sentido el próximo sábado 11 de agosto se va a organizar un taller de panadería para que los más pequeños de Millares (o de donde vengan), vean cómo funciona su horno tradicional con cocción a leña, cómo se elabora el pan de manera artesanal y ofreciéndoles la oportunidad de elaborar su propio pan o torta de aceite y sal.

“Queremos al menos despertar la curiosidad sobre el oficio y que se lleven un bonito recuerdo de lo que quizás sean los últimos días de este horno con solera”
“Millares es un diamante en bruto, que por sí mismo ya brilla por su belleza, pero que tenemos que cuidar, mantener y saber enfocar para que sobreviva, por lo menos, con los recursos de los que disponemos a día de hoy, y hacer que no los perdamos por el camino”
“A día de hoy, yo trabajo como Médico Residente de Pediatría en Castellón, y en febrero de 2019 acabo la especialidad. Mi sueño, vivir en Millares cuando termine mi formación e intentar frenar desde mi modesta participación, su irrefrenable decadencia. Me encanta el tema del turismo rural sostenible y no es poca la información que estoy recopilando para poder ponerlo en práctica”
Una lucha, la de la familia Galdón, por mantener la identidad del pueblo y que, dentro de unos años, evite que los hijos de los hijos se pregunten aquello de “¿Recuerdas cuando nuestro pueblo tenía horno de pan?”

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