La cueva de las Dones de Millares, segundo yacimiento mundial en estructuras prehistóricas con espeleofactos

Un equipo de las universidades de Alicante y Zaragoza identifica más de un centenar de formaciones estalagmíticas modificadas por humanos en la cavidad, lo que la convierte en un enclave único del Paleolítico europeo

El hallazgo se suma al mayor conjunto de arte rupestre paleolítico de la costa mediterránea y al santuario romano documentado en la misma cueva

Más de un centenar de estructuras prehistóricas han sido identificadas en el interior de la cueva de las Dones, en el término de Millares (Valencia), por un equipo de arqueólogos de las universidades de Alicante (UA) y Zaragoza (Unizar). Se trata de espeleofactos, es decir, formaciones de estalagmitas que fueron modificadas intencionadamente por la acción humana durante la Prehistoria, y que constituyen una prueba clara de la ocupación organizada del medio subterráneo por parte de sociedades paleolíticas.

Según ha informado la UA, este descubrimiento sitúa la cueva valenciana como el segundo yacimiento más importante del mundo en esta categoría, solo por detrás de la cueva francesa de Saint-Marcel. Algunas de estas estructuras presentan incluso recrecimientos de calcita, lo que permite confirmar su antigüedad prehistórica, a falta de una cronología más precisa que será determinada mediante un programa científico interdisciplinar.

El arqueólogo que ha confirmado la existencia de estos más de cien espeleofactos es Iñaki Intxaurbe Alberdi, investigador postdoctoral en la Universidad del País Vasco y la Universidad de Burdeos. El hallazgo forma parte del proyecto Donarq, dirigido por Virginia Barciela González (UA) y Aitor Ruiz-Redondo (Unizar), en el que también participan especialistas en geomorfología, arte rupestre, epigrafía romana, geomática y tafonomía.

Este descubrimiento refuerza el carácter excepcional de la cueva de las Dones, que ya fue reconocida el año pasado por la revista científica Antiquity como el mayor conjunto de arte rupestre paleolítico de la costa mediterránea oriental de la península ibérica, con más de 100 pinturas y grabados de hace unos 24.000 años. Además, en una de sus salas más profundas se ha documentado un santuario romano, con varias inscripciones y una moneda del emperador Claudio, lo que demuestra la larga continuidad simbólica del lugar a lo largo de milenios.