Ecologistas en Acción vuelve a alertar sobre los nieves de ozono troposférico en la Comunitat
infoJUCAR | Las comarcas del Júcar y Cabriel, entre
las más afectadas
Los cinco millones de
habitantes de la Comunitat Valenciana han respirado aire contaminado por ozono
durante el verano de 2019. El Informe anual sobre la Contaminación por Ozono de
Ecologistas en Acción concluye que la totalidad de la población ha estado, un
año más, expuesta a unos niveles insalubres de este contaminante.
Los repuntes del
tráfico, la actividad industrial, la navegación marítima y aérea internacional
o la ganadería intensiva, entre las causas de un problema que afecta de manera
estructural a la salud y el medio ambiente, agravado por el cambio climático.
El informe elaborado por
Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos entre el 1 de enero y el 30
de septiembre de 2019 en 54 estaciones oficiales de medición de ozono
repartidas por todo el territorio. Entre sus principales conclusiones, destacan
que el ozono troposférico sigue siendo el contaminante atmosférico que año tras
año afecta a más población y superficie. Durante 2019 sus niveles han sido en
general más altos en la provincia de Castellón y más bajos en las de Valencia y
Alicante, coincidiendo quizás con la distribución de las temperaturas o los episodios
tormentosos estivales.
El informe de
Ecologistas en Acción toma como referencia el valor recomendado por la
Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo al cual el aire contaminado
por ozono ha afectado en 2019 a la totalidad de la población y del territorio
valenciano. Si se considera el valor objetivo establecido por la normativa, más
laxo que la recomendación de la OMS, la población que ha respirado aire
contaminado por encima del estándar legal es de 336.000 personas en las zonas
interiores de Cérvol-Els Ports, Júcar-Cabriel y Bética-Serpis. Siete estaciones
de medición de estas zonas y de las áreas costera e interior del Turia han
incumplido el objetivo legal en el trienio 2017-2019.
Coincidiendo con las
olas de calor de finales de junio y mediados de julio, y en el inicio del
otoño, se han registrado siete superaciones del umbral de información, en las
estaciones de Cirat, Penyeta (Castellón) y Vilamarxant (Valencia), frente a las
que la Generalitat Valenciana se ha limitado a difundir avisos rutinarios a la
población.
Según explican desde
esta ONG, el ozono es un contaminante muy complejo, que no tiene una fuente
humana directa, sino que se forma en la superficie terrestre en presencia de
radiación solar por la combinación de otros contaminantes denominados
precursores, emitidos por el transporte (en especial los vehículos diésel), las
centrales termoeléctricas, ciertas actividades industriales o la ganadería
intensiva. Se trata por tanto de un contaminante secundario que durante el
verano afecta sobre todo a las áreas suburbanas y rurales influenciadas por la
contaminación urbana e industrial.
Según relatan, el
mantenimiento de la contaminación por ozono en 2019 es consecuencia en primera
instancia del repunte en la quema combustibles fósiles que está acompañando al
nuevo ciclo económico, agravada por el aumento de las temperaturas resultado
del cambio climático. La contaminación generada desde las grandes ciudades y
puertos, las autovías y autopistas y áreas industriales como la zona cerámica
de Castellón, se extiende por el territorio afectando a zonas más alejadas y
rurales en la forma de ozono troposférico.
«La contaminación por
ozono debe abordarse como un problema sanitario de primer orden». Según la
Agencia Europea de Medio Ambiente, causa cada año entre 1.500 y 1.800 muertes
en el Estado español. Las personas más afectadas son las niñas y niños, las
personas mayores, las mujeres embarazadas y quienes padecen enfermedades
cardiorrespiratorias crónicas.
Los Planes de Mejora de
la Calidad del Aire para reducir la contaminación son obligatorios según la
legislación vigente. Ecologistes en Acció ha solicitado reiteradamente a la
Generalitat Valenciana la adopción urgente de estos planes, en todas las zonas
donde resultan preceptivos. En las zonas interiores de Cérvol-Els Ports, Turia,
Júcar-Cabriel y Bética-Serpis y costera de Turia.
«La Generalitat
Valenciana, ante la última solicitud, ha respondido indicando que elaborará una
estrategia frente al ozono y que está en fase de estudio. Ecologistas en Acció
del País Valencià, valora la necesidad de información, pero demanda que el
riesgo causado por la exposición de este contaminante para la salud de 718.000
valencianos no se puede dilatar más en el tiempo, ya que los precursores del
ozono están identificados, y se debe abordar cuanto antes la redacción y
ejecución de los planes para prevenir y disminuir los niveles de ozono
troposféricos en las zonas afectadas año tras año por este contaminante».
Pocas ciudades cuentan
con protocolos de actuación frente a las puntas de contaminación por ozono. «El
de Valencia no contempla medidas de limitación del tráfico en episodios como el
de la ola de calor de la última semana de junio, cuando mientras las grandes
ciudades francesas restringían el tráfico las españolas se limitaban a informar
rutinariamente a la población sensible, en el mejor de los casos», asegura la
organización.
Las principales vías de
actuación para reducir la contaminación del aire por ozono son, a juicio de la
ONG, la disminución del tráfico motorizado, la adopción de las mejores técnicas
industriales disponibles, la sustitución de los disolventes orgánicos por agua,
el ahorro y la eficiencia energética y la reducción drástica de la generación
eléctrica en centrales térmicas. «También es necesario declarar un Área de
Control de Emisiones para el Mar Mediterráneo, penalizar fiscalmente a los
vehículos diésel y una moratoria para las nuevas grandes explotaciones
ganaderas intensivas», concluyen.
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