Prohibidas las quemas agrícolas entre junio y octubre a partir del 1 de junio
infoJUCAR | Medio Ambiente trabaja con el sector en el
desarrollo de proyectos de valorización de estos restos agrarios
La Conselleria de
Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural prohíbe entre
el 1 de junio y el 16 de octubre todas las actividades relacionadas con la
quema de restos agrícolas recogidas en los planes locales de quemas o en
autorizaciones nominativas en los terrenos forestales, en los colindantes o a
menos de 500 metros.
Se entiende por
"quemas agrícolas" las de márgenes de cultivo o de restos agrícolas o
forestales, así como la quema de cañares, carrizales o matorrales.
No obstante, los
municipios que cuenten con planes locales de quema con regulación especial
(aquellos que tienen planes locales de quema aprobados en los que se permiten
las quemas agrícolas en los meses de julio, agosto y septiembre, con las
condiciones específicas establecidas en cada plan) podrán realizar las quemas
siempre que se ajusten a los requisitos establecidos para la citada regulación
especial y cuando el nivel de preemergencia por riesgo de incendios forestales
sea 1 y hasta las 13.30 horas, como máximo.
El instrumento que
regula el uso del fuego agrario son los Planes Locales de Quemas, cuyo objetivo
es la asunción, por parte del ayuntamiento correspondiente, de la competencia
delegada en la regulación y autorización del uso del fuego en actividades
agrícolas, ganaderas o cinegéticas, previa aprobación del plan por parte de la
Conselleria.
Cabe recordar que la
Conselleria trabaja con el sector agrario para que la gestión de los restos
agrícolas se encamine hacia su valorización en sustitución de la pérdida del
recurso que supone su quema en el campo.
Para ello es condición
previa su separación y recogida selectiva para distinguir entre la fracción que
se puede triturar e incorporar sus nutrientes directamente en el terreno (o que
puede servir también para complementar sistemas de agro-compostaje) y la
fracción que se puede aprovechar de forma más eficiente para la producción de
energía renovable, en forma de astilla o de pellets más elaborados.
Zonas con elevado riesgo de incendios
El reto es poner en
marcha este modelo de gestión sin que suponga un perjuicio para los
agricultores, ni un esfuerzo, ni un coste añadido a las explotaciones agrarias,
especialmente en áreas de montaña. Se trata de zonas en las que el riesgo de
incendio por negligencias es elevado porque, a su vez, pueden desempeñar un
papel fundamental como áreas cortafuegos cuando están labradas, siendo
especialmente eficaces para proteger a las poblaciones como cinturones de
amortiguación de incendios periurbanos.
Por ello, en el marco de
la campaña de concienciación 'Stop al foc: tu actitud puede marcar la
diferencia', y a lo largo del mes de junio, la Dirección General de Prevención
de Incendios Forestales ha comenzado a reflexionar con el sector agrario para
abordar en varias sesiones de trabajo la viabilidad de las diferentes alternativas
al uso agrícola del fuego.
El objetivo es
desarrollar, conjuntamente, herramientas que faciliten al sector el desarrollo
de proyectos que permitan poner en marcha de manera transversal en todo el
territorio, iniciativas de valorización de estos restos agrarios.
La política de
prevención de incendios forestales de la Generalitat prioriza la actuación
directa sobre las causas que ocasionan fuegos que puedan descontrolarse.
En este sentido, más del
80% de los fuegos que se inician en este territorio tiene causas humanas y,
dentro de estas, las negligencias son las de mayor peso. Las estadísticas de
incendios forestales corroboran, año tras año, que una parte importante de las
negligencias que originan incendios en los montes se deben a un uso inadecuado
del fuego como herramienta de eliminación de restos agrícolas.
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