Aniversario de Chernobyl… ¿podría suceder en España?


infoJUCAR | Análisis comparativo de una de las grandes catástrofes nucleares de la historia
© PEDRO GAVIDIA – METEORÓLOGO DE AYORA | Tal día como hoy hace 33 años (sábado, 26 de abril de 1986 a la 1:23 horas), tuvo lugar el mayor accidente nuclear de la historia en uno de los reactores de la central nuclear de Chernobyl, en Ucrania.

Los accidentes nucleares, aunque han sido muy poco numerosos a lo largo de las últimas décadas, pueden ser fatales para la humanidad y el medio natural, por lo que prevenirlos es primordial. A continuación, analizaremos el caso citado anteriormente, y valoraremos si España y el resto de países que utilizan la energía nuclear han aprendido de los errores pasados para incrementar su seguridad y fiabilidad.
Localización y causas del accidente nuclear de Chernobyl
El accidente nuclear de Chernobyl se produjo en el reactor número 4 de la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, a escasos 3 km de la ciudad de Pripyat (actual Ucrania), poco más de 100 km de Kiev y muy cerca de la frontera con Bielorrusia. Sus causas fueron una combinación de errores, cometidos por los propios operarios durante la realización de pruebas experimentales, y el mal diseño de la propia central nuclear, que también carecía de edificio de contención en caso de accidente.
Consecuencias y víctimas del desastre nuclear
El accidente generó y expulsó una enorme cantidad de materiales tóxicos y radiactivos, que se expandieron a través de las masas de aire en el sentido de los vientos predominantes, alcanzando amplias zonas del resto de Ucrania y Bielorrusia en un primer momento y numerosos países del resto de Europa con el paso de los días. Se calcula que más de 200.000 kilómetros cuadrados de Europa fueron contaminados por partículas radiactivas, siendo desalojadas varios cientos de miles de personas y creándose una zona de exclusión circular de 30 km (prohibitiva para la vida humana) alrededor del reactor, que todavía seguirá presente durante cientos o miles de años.

En cuanto a las víctimas mortales, los datos aportados son muy dispares, dándose como seguro el fallecimiento de unos 50 agentes de los servicios de emergencia en el mismo momento del accidente y varios miles de personas más hasta la actualidad. Así mismo, se ha detectado en las zonas próximas un fuerte incremento de varios tipos de cáncer, malformaciones genéticas y otras enfermedades relacionadas con la radiación.
Medidas adoptadas por España y resto de países occidentales para evitar nuevas catástrofes
En España y en el resto de países occidentales es totalmente improbable que se registre un accidente nuclear de tal magnitud, ya que en Chernobyl se dieron una serie de circunstancias que, por suerte, serían irrepetibles en la actualidad. Algunos de los numerosos motivos en los que nos podemos basar para hacer tal afirmación son los siguientes:
        El reactor que tenía Chernobyl era intrínsecamente inseguro, ya que un aumento de la temperatura del combustible provocaba un aumento de potencia, para la que no estaba diseñada. Por el contrario, los reactores españoles son intrínsecamente seguros por diseño.
        El tipo de reactor de Chernobyl (RBMK) no disponía de un recinto de contención para evitar la salida exterior de las partículas radiactivas en caso de accidente, ni los posibles ataques externos (terroristas). Con posterioridad todos los reactores nucleares disponen de dicho edificio.
        Los reactores como el de Chernobyl eran de una tecnología totalmente obsoleta en comparación con la actual.
        El tiempo necesario para realizar una parada automática en los reactores antiguos superaba los 30 segundos, mientras que en los españoles es de apenas 3 segundos.
        En la actualidad ninguna de las pruebas que se hicieron en décadas pasadas son necesarias, puesto que todas las instalaciones se actualizan permanentemente.
        Los sistemas de seguridad han pasado de ser muy escasos a ser totalmente prioritarios y numerosos hoy en día.
        El personal que trabaja actualmente en una central nuclear recibe formación relacionada con la seguridad periódicamente.
        Todas las centrales actuales son revisadas en profundidad periódicamente, e invierten presupuestos enormes en estar siempre actualizadas con los últimos avances tecnológicos.
        Desde el accidente ocurrido en 2011 en Fukushima (Japón), se han llevado a cabo pruebas de resistencia mucho más exigentes y se han multiplicado los sistemas de seguridad.
En definitiva, con todos los respetos a esta fuente de energía tan potente y que ha provocado grandes desastres naturales en el pasado, nuestro país ha adoptado las medidas necesarias para que las centrales, que siguen operativas, lo hagan con unos índices de seguridad y fiabilidad acordes a las máximas exigencias vigentes en la actualidad a nivel mundial.



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