El cierre de las centrales nucleares se retrasará, como mínimo, hasta el año 2025
infoJUCAR | Gobierno y eléctricas
optan por extender su vida útil hasta 2035, de forma escalonada y caso por
caso, según las necesidades del sistema
El
camino que recorrerán las cinco centrales nucleares que siguen activas en
España se encuentra un poco más despejado desde que este lunes las tres grandes
compañías propietarias de estos negocios y el Ministerio de Transición
Ecológica avanzaran en la clarificación de un calendario de clausuras que
finalmente comenzará en el año 2025 y que se extenderá hasta 2035. Ni antes de
la primera fecha cesará la actividad de ninguno de los siete reactores
actuales, ni después de la última habrá energía nuclear en España.
Tal
como informa el diario ABC, aunque no se trata de un pacto al uso, esas
«horquillas temporales» fueron las que este lunes se pusieron sobre la mesa
durante la reunión que mantuvo la ministra de Transición Ecológica, Teresa
Ribera, con los presidentes de Iberdrola y Naturgy, Ignacio Galán y Francisco
Reynés, y el consejero delegado de Endesa, José Bogas. Nunca antes habían
mantenido un encuentro de ese nivel de forma conjunta con el Gobierno, aunque
sí conversaciones a tres bandas de los responsables de ese departamento con las
firmas.
El
ministerio quiere un «cierre escalonado» de las plantas nucleares, en el que se
negociará con las compañías propietarias «central por central», apuntan fuentes
del sector presentes en el encuentro con la ministra Ribera. La primera
instalación que se juega su futuro es la de Almaraz (Cáceres), controlada por
Iberdrola (en un 53%), Endesa (36%) y Naturgy (11%). La autorización de vida
útil en vigor expira en 2023, aunque la sociedad en la que participan las tres
compañías debe decidir antes del próximo 31 de marzo si solicita la ampliación
de ese plazo, y hasta cuándo. Esta cuestión enfrenta a Ibedrola y Naturgy, de
un lado, con Endesa, del otro. Las primeras son partidarias de una extensión de
algunos años, pero nunca de llegar a los 10 que quiere Endesa. Este mismo
martes estaba convocada una junta extraordinaria de los tres socios, donde
deberían decidir su posición unánime, como exige la ley. Tras el acuerdo al que
llegaron este lunes en la reunión en el ministerio, previsiblemente no tendrá
lugar o, en cualquier caso, quedaría sin efectos prácticos.
Las
tres firmas deberán pedir la extensión de la vida útil de Almaraz y será el
Gobierno el que posteriormente decida hasta cuándo lo autoriza, aunque
Extremadura ya puede dar por sentado que no será como mínimo hasta 2025 cuando
sigan funcionando sus dos reactores. En los próximos meses llegará el caso del
resto de centrales (Ascó I y II, Confrentes y Vandellós II) donde Iberdrola,
Endesa y Naturgy (también EDP en el caso de Trillo) irían pidiendo la extensión
de su actividad, evitando uno de los riesgos que han apuntado desde el sector
con respecto al apagón nuclear: la necesidad de mantener su producción, al ser
una de las energías más estables y que garantizan el suministro; en 2018
aportaron un 21,6% del total.
En
ese calendario escalonado también tendrá la última palabra Enresa, la sociedad
pública encargada de la gestión de los residuos de las centrales. Su veredicto
«técnico» se ceñirá a las cuestiones puramente técnicas, pero también a las
económicas que afectan al desmantelamiento de estas plantas.
Además,
la reunión de este lunes sirvió para que el sector propusiera al Gobierno un
cambio en la norma que les obliga a ponerse de acuerdo a la hora de solicitar
el cierre de una de las instalaciones en las que comparten accionariado.
Quieren que esa decisión se tome por mayoría de los socios, y no de forma
unánime. Así se evitarán conflictos entre las firmas como el que han tenido
desde hace varios años en torno a Almaraz.
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