Valencia fue fundada por una tribu itálica

Los fundadores de Valentia llegaron de los Abruzzos: la arqueología identifica a los Pelignos como origen directo de la ciudad romana

Una investigación liderada por el Instituto Catalán de Arqueología Clásica y la Universitat de València confirma una conexión cultural directa entre los primeros pobladores de Valentia y el pueblo itálico de los Pelignos, resolviendo uno de los grandes enigmas sobre el origen de la ciudad romana.

La arqueología valenciana ha dado un paso decisivo para comprender los orígenes de la ciudad de València. Un equipo de investigadores liderado por Albert Ribera, del Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC), y vinculado a un proyecto de la Universitat de València (UV), ha logrado establecer una relación cultural directa, concreta y documentada entre los primeros habitantes de Valentia y el pueblo de los Pelignos (peligni), una comunidad itálica asentada en la actual región de los Abruzzos, en el centro de la península itálica.

La confirmación se basa en un exhaustivo análisis comparativo de los ritos funerarios, los tipos de sepultura y los ajuares documentados en necrópolis de finales del siglo II a. C. localizadas en el entorno de la calle Quart y Cañete de València, y los hallados en las inmediaciones de Corfinio, la antigua capital peligna, en la actual provincia italiana de L’Aquila.

Un vínculo arqueológico inequívoco

La correlación entre ambos conjuntos es tan precisa que los investigadores no dudan en atribuir los enterramientos valencianos a grupos de origen peligno, integrados en el contingente itálico que fundó Valentia en el año 138 a. C.. La arquitectura funeraria, los rituales asociados y la disposición de los ajuares coinciden de forma extraordinaria con las tumbas tipo grotticella, muy frecuentes en el territorio peligni y prácticamente inexistentes en el ámbito ibérico local.

Este hallazgo resuelve un enigma que llevaba décadas abierto. Aunque la filiación itálica de los fundadores de Valentia era conocida desde hace tiempo gracias a excavaciones en el entorno de la Almoina y otros puntos de la ciudad, el descubrimiento, hace más de treinta años, de tumbas de cámara con nicho lateral en las calles Quart y Cañete no encajaba con las tradiciones funerarias indígenas ni con otros modelos romanos conocidos en Hispania.

La clave ha sido el estudio comparado con el área de los Abruzzos, que ha permitido identificar el origen cultural exacto de estos primeros colonos.

Un congreso que reescribe la fundación de València

Estas conclusiones han sido uno de los ejes centrales del Congreso Internacional de Arqueología celebrado el pasado mes de noviembre en la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de València, bajo el título “La fundación de Valentia y el final de los pueblos itálicos e ibéricos”. El encuentro fue coordinado por los arqueólogos David Quixal e Iván Fumadó, ambos profesores del Departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la UV.

Quixal subrayó que los avances recientes permiten pasar de una idea genérica de procedencia itálica a una identificación concreta de un grupo cultural bien definido, lo que aporta una nueva dimensión al conocimiento de la colonización romana en el levante peninsular.

Una muralla que amplía la Valentia primitiva

El congreso sirvió también para presentar un hallazgo de gran relevancia urbanística: un nuevo tramo de la muralla republicana de Valentia, localizado en septiembre de 2023. La arqueóloga Marisa Serrano, directora del estudio y de la restauración del lienzo, explicó que este descubrimiento obliga a revisar la planimetría tradicional de la ciudad romana primitiva.

La nueva ubicación del muro implica la existencia de una isla de casas adicional al este del perímetro conocido, lo que supone un aumento significativo de la superficie ocupada por el primer asentamiento romano, y refuerza la idea de una fundación más ambiciosa de lo que se pensaba hasta ahora.

Un territorio en transformación

Más allá del núcleo urbano, el seminario abordó el impacto desigual de la conquista romana y la posterior romanización en los territorios ibéricos del entorno. El análisis de áreas ilercavonas, edetanas y contestanas, con centros como Arse-Saguntum, Edeta (Llíria), La Carencia (Turís), Kelin (Caudete de las Fuentes) o Sucro (Albalat de la Ribera), mostró procesos históricos muy diversos durante los siglos II y I a. C., con ritmos de cambio, continuidades y rupturas diferentes según el territorio.

En este contexto, las guerras sertorianas, especialmente en torno al año 75 a. C., fueron identificadas como un punto de inflexión que alteró profundamente la organización territorial y poblacional de la región.

Un diálogo arqueológico mediterráneo

La reunión celebrada en València ha sido la segunda de un ciclo de seminarios internacionales dedicados a esta temática, tras una primera cita en Roma en octubre de 2023, y con una tercera edición prevista en Italia en 2027. El objetivo de estos encuentros es no solo avanzar en el conocimiento científico, sino consolidar redes estables de colaboración entre territorios mediterráneos unidos por un pasado común.

Con este descubrimiento, València refuerza su posición como uno de los escenarios clave para comprender los complejos procesos de interacción cultural, colonización y mestizaje que marcaron el nacimiento de las ciudades romanas en Occidente.

 

Comentarios

Entradas populares