La CHJ emplea un rebaño de cabras para frenar la expansión de la caña en el río Cànyoles
La Confederación Hidrográfica del
Júcar (CHJ) ha puesto en marcha en Vallada un innovador proyecto de
restauración fluvial que utiliza un rebaño de cabras para frenar la expansión
descontrolada de la caña común (Arundo donax) en el río Cànyoles. La iniciativa, pionera en la Comunitat Valenciana, plantea
aprovechar el comportamiento natural del ganado caprino como herramienta
ecológica de control vegetal, reduciendo costes y disminuyendo la dependencia
de maquinaria pesada.
Los trabajos
de recuperación se centran en un tramo de aproximadamente dos kilómetros del
cauce. La actuación se ha dividido en dos fases: en la primera, de 300 metros,
se ha efectuado un desbroce inicial acompañado de la instalación de mallas
opacas para debilitar la planta invasora. En el segundo tramo, más
experimental, el control del rebrote queda exclusivamente en manos —o mejor
dicho, en bocas— del rebaño asignado al proyecto.
Las 75 cabras
que participan en esta experiencia piloto, y que aumentarán en número durante
la primavera, actúan de forma progresiva sobre el rizoma subterráneo de la
caña, debilitándola e impidiendo su regeneración. Esta técnica, conocida como
“pastoreo dirigido”, permite que la intervención sea continua, natural y menos
agresiva para el equilibrio del ecosistema.
La CHJ
subraya que el objetivo final es recuperar el estado original del río,
favoreciendo el regreso de la vegetación autóctona de ribera, como sauces,
fresnos y tamarix, especies desplazadas durante años por la expansión de la
caña. El proyecto se realiza en colaboración con el Ayuntamiento de Vallada,
que ya utiliza el ganado caprino en otras labores de prevención forestal y
mantenimiento del territorio.
Además del
beneficio ambiental, la iniciativa pone en valor la ganadería extensiva como
herramienta estratégica frente al cambio climático y los incendios, al tiempo
que revitaliza actividades tradicionales que en muchos municipios están en
riesgo de desaparición.
Si los
resultados se consolidan, el modelo podría replicarse en otros ríos y barrancos
de la demarcación del Júcar afectados por especies invasoras, convirtiendo este
primer ensayo en Vallada en una referencia nacional de gestión sostenible del
territorio.
Un
rebaño como aliado del río: naturaleza gestionando naturaleza.











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