La EPSAR forma a agentes del Seprona para mejorar la detección y control de vertidos contaminantes

 

La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, a través de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR), ha puesto en marcha una serie de jornadas formativas dirigidas a los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), con el objetivo de mejorar la coordinación entre ambos organismos y fortalecer la respuesta ante episodios de contaminación.

En la primera sesión, celebrada en la provincia de Valencia con la participación de 35 guardias civiles, el personal del Departamento de Vertidos Industriales de la EPSAR compartió conocimientos técnicos sobre la gestión de procesos de contaminación y la importancia de mantener un caudal de agua depurada con todas las garantías ambientales.

Vertidos industriales y control ambiental
Durante la jornada se abordaron los principales retos que enfrentan las depuradoras al recibir vertidos de alta carga contaminante, que pueden alterar su funcionamiento y reducir su eficacia. Se ofrecieron pautas para detectar e identificar estos vertidos, así como para inspeccionar y controlar las descargas industriales con criterios uniformes que permitan optimizar los recursos y actuar de forma más eficiente ante posibles focos de contaminación.

Además, los asistentes conocieron las últimas tecnologías aplicadas al control de vertidos, tanto en lo relativo a los procedimientos de toma de muestras y análisis como al uso de herramientas digitales para el seguimiento en tiempo real de la calidad del agua.

Más de 2.000 inspecciones al año
Las jornadas también sirvieron para presentar los trabajos de control e inspección que desarrolla la EPSAR en toda la Comunitat Valenciana, tanto en sus propias instalaciones como en colaboración con los ayuntamientos. Este programa conjunto se articula a través de un plan anual de inspecciones, que contempla más de 2.000 actuaciones en polígonos industriales, redes municipales y estaciones depuradoras.

El objetivo final es mejorar la calidad del agua que llega a las plantas de tratamiento, garantizar un funcionamiento más eficiente del sistema de saneamiento y reforzar la protección ambiental mediante la reducción de vertidos no autorizados.