Los bosques mediterráneos de posidonia, en grave declive por las algas invasoras y el cambio climático
El estudio 'Bosques sumergidos' alerta sobre la degradación de la Posidonia oceanica y pide medidas urgentes para proteger uno de los ecosistemas marinos más valiosos del Mediterráneo español
Las praderas de Posidonia
oceanica, conocidas como los bosques sumergidos del Mediterráneo,
atraviesan un momento crítico en el litoral español. Así lo ha revelado el
estudio 'Bosques sumergidos', realizado por la Fundación Aula del Mar del
Mediterráneo (FAMM) junto al programa Mares Circulares de Coca-Cola, que ha
analizado el estado de conservación de estas praderas en las provincias de
Málaga, Granada y Almería. Aunque la investigación se ha presentado en la
capital malagueña, sus conclusiones tienen implicaciones para todo el
Mediterráneo occidental.
Alarmante retroceso en
la parte occidental del Mediterráneo
Según el estudio, en
muchas zonas del litoral andaluz la Posidonia está siendo desplazada por
algas invasoras de origen asiático, lo que ha provocado un deterioro
significativo, especialmente en las costas de Málaga. Praderas situadas en
Estepona y Nerja presentan ya un estado crítico, con una cobertura vegetal muy
reducida y presencia dominante de especies invasoras que compiten por la luz y
el espacio, afectando también a la biodiversidad marina que depende de este
ecosistema.
En cambio, en enclaves
del Mediterráneo más oriental como Cabo de Gata (Almería), la Posidonia
mantiene aún una buena densidad y altura, lo que indica un mejor estado de
conservación. En Granada, el estado es intermedio, aunque también bajo presión
por las algas invasoras, con coberturas que en algunos casos superan el 30%.
Medidas urgentes y
replantación piloto en Marbella
Ante esta situación,
la FAMM y Mares Circulares pondrán en marcha un proyecto piloto de replantación
de Posidonia oceanica en Marbella, al que se sumarán acciones paralelas
de sensibilización, voluntariado y formación en el litoral de Mijas. Estas
actuaciones buscan frenar la desaparición de un ecosistema esencial para el
equilibrio marino, ya que las praderas de Posidonia capturan carbono,
estabilizan fondos marinos y sirven de refugio y zona de cría para numerosas
especies.
Durante 2025 se
intensificarán los trabajos de monitoreo con once inmersiones previstas —tres
más que el año pasado— gracias a la participación de más de 150 buceadores
voluntarios. Además, se ampliarán los acuarios de cultivo de Posidonia
en el Aula de Economía Azul que la FAMM mantiene en el centro La Noria de la
Diputación de Málaga, para aumentar la producción de esquejes destinados a
futuras replantaciones.
Una llamada a la
acción para todo el litoral español
Los expertos reunidos
en la presentación del estudio han subrayado la urgencia de actuar. Juan
Antonio López, presidente y director científico de la FAMM, ha recordado que
“la Posidonia es sinónimo de Mediterráneo” y que su pérdida —hasta del
60 % en algunos puntos del litoral andaluz según datos de la Junta— pone en
riesgo no solo la biodiversidad, sino también el equilibrio ambiental y
económico de las regiones costeras. Carmen Gómez-Acebo, directora de
Sostenibilidad de Coca-Cola Europacific Partners Iberia, ha insistido en que
“es crucial conocer el estado actual de la Posidonia oceanica para
actuar antes de que sea demasiado tarde”.
Gabriel Soler,
director del Instituto de Ecología Litoral en la Comunidad Valenciana, ha
destacado que en la costa valenciana las praderas de Posidonia se han
mantenido estables en las últimas décadas, y en muchos casos tienden a la
expansión, salvo en áreas afectadas por fondeos incontrolados o vertidos. Esta
situación demuestra que la protección eficaz sí da resultados.
Educación, ciencia y
compromiso social como claves de futuro
En este sentido, el
foro ha coincidido en señalar la importancia de las buenas prácticas, tanto
desde el buceo recreativo como desde la gestión pública y la educación
ambiental. La buceadora Paqui Berenguel ha reivindicado el valor visual y educativo
de estos ecosistemas, mientras que Manuel Merchán, de la asociación Chelonia,
ha pedido una implicación más profunda de la sociedad civil, la ciencia y las
instituciones para lograr una protección efectiva del fondo marino. “No se
puede conservar lo que no se conoce”, ha recordado.
El Mediterráneo
español encara un reto ecológico de gran calado. Y aunque la degradación avanza
en algunas zonas, aún se está a tiempo de revertir el daño si se adoptan con
urgencia medidas de restauración y protección de la Posidonia oceanica,
ese bosque submarino que da vida, oxígeno y belleza a nuestras costas.
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