Más de cien agricultores del Valle de Ayora plantean una demanda colectiva por la fauna salvaje
La superpoblación descontrolada de fauna salvaje,
sobre todo de cabras montesas y jabalíes, está multiplicando los daños tanto
agrarios como urbanos en el medio rural valenciano. Una de las zonas más
afectadas es el Valle de Ayora y la Canal de Navarrés, donde cada vez resulta
más habitual observar ungulados saltando por los tejados o chocando sus
cornamentas entre los vehículos. A la vista de que el problema no sólo se
dilata en el tiempo, sino que además va a peor, más de cien agricultores
plantean interponer una demanda colectiva ante la Generalitat Valenciana con el
objeto de minimizar las pérdidas ocasionadas por la fauna silvestre.
De momento, vecinos de Cortes de Pallás, Cofrentes,
Jalance y Jarafuel ya han mantenido las primeras reuniones y permanecen en
contacto a través de Whatsapp para estudiar posibles acciones legales. La
iniciativa prevé ampliarse a afectados de los otros municipios de la Reserva
Valenciana de Caza de la Muela de Cortes, es decir, Bicorp, Millares y Teresa
de Cofrentes. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) comparte y
apoya las reivindicaciones del colectivo, especialmente el impulso de la caza
para reducir las poblaciones de fauna salvaje y el pago de compensaciones que
cubran todas las pérdidas directas e indirectas sufridas.
El agricultor de Cortes de Pallás, Enrique Juan,
resalta que “el problema de raíz es el exceso de fauna, un problema que ha
generado la Administración y que ha dejado que crezca desde hace tres
generaciones. Frente a situaciones excepcionales como esta, necesitamos
soluciones excepcionales. Si hay que cambiar leyes y flexilibizar normativas,
que se haga. Si hay que cambiar los baremos para valorar unas indemnizaciones
justas, que se haga. Lo que no puede ser es que no pueda tener plantas
ornamentales a la puerta de casa o plantaciones en el bancal porque los
animales lo comen y rompen todo”.
En el mismo sentido se expresa el asociado Maikel
Mora: “La gente está abandonando los campos porque ve con impotencia cómo la
fauna salvaje causa cada vez más daños y desperfectos. La Generalitat
Valenciana, que gestiona la Reserva Valenciana de Caza de la Muela de Cortes,
es consciente de la gravedad de la situación pero no está dando suficientes
soluciones, ni a la hora de facilitar la caza ni a la hora de compensar el 100%
de los daños reales sobre el terreno”.
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