Quince municipios valencianos restringirán la circulación de vehículos contaminantes a partir de 2023

 

El mundo está en constante evolución y en la última década hemos asistido a todo un maremágnum de acciones que luchan por hacer del planeta un lugar más limpio, menos contaminante y por supuesto más ecológico. Sin embargo, todo propósito conlleva un sacrificio y en esta ocasión va ligado al sector del automóvil.

La nueva ley de cambio climático y transición ecológica incluye una norma que obliga a todas las ciudades de más de 50.000 habitantes a tener zonas de bajas emisiones, lo que conlleva la prohibición de la circulación de ciertos vehículos en determinadas áreas por ser contaminantes.

La Comunitat Valenciana es una de las más afectadas con la nueva normativa que entrará en vigor el 1 de enero de 2023, pues en todas sus provincias hay ciudades que superan este límite de población y entre las que se encuentran Alcoy, Alicante, Benidorm, Castelló de la Plana, Elche, Elda, Gandia, Orihuela, Paterna, Sagunto, San Vicente del Raspeig, Torrent, Torrevieja, València y Vila-real.

Además, ley establece que los municipios de 20.000 habitantes que superen los valores límite de los contaminantes regulados en el real decreto de calidad del aire también podrán aplicar esta restricción

Por ello, el alcalde de Alicante José Luis Barcala ha solicitado al gobierno de España retrasar la aplicación de esta medida “para no dejar nadie atrás”, ya que ha afirmado que “solo el 13% de las ciudades con más de 50.000 habitantes tendrá las ZBE listas antes del fin de 2023 y que solo en veinte se cumplirán los plazos establecidos por la ley”.

Muy sencillo, todos los vehículos deben conseguir antes del próximo enero uno de los cuatro hashtags medioambientales que se conceden acudiendo a centros como Correos, la red de talleres de la Confederación Española de talleres (Cetraa) o el Instituto de Estudios de Automoción. Estos certificados indican cómo es de contaminante un vehículo e imponen restricciones acorde a ello. Además, accede a una de estas zonas sin el distintivo correspondiente, el municipio está autorizado a imponer una sanción económica que gira en torno a los 90 euros.

Etiqueta cero emisiones, de color azul: Son los más verdes, es decir, los eléctricos de batería (BEV), eléctricos de autonomía expandida (REEV), eléctricos híbridos enchufables (PHEV) con una autonomía de cuarenta kilómetros o vehículos de pila de combustible. Son los únicos que tienen total libertad de circulación y acceso a cualquier lugar de la ciudad.

Hashtag eco: Hace referencia a los vehículos eléctricos enchufables con autonomía inferior a cuarenta kilómetros, híbridos no enchufables (HEV), vehículos propulsados por gas natural y gas (GNC y GNL) o gas licuado del petróleo (GLP).

Etiqueta C, verde: Pertenece a turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas a partir de enero de 2006 y diésel a partir de septiembre de 2015 y a  vehículos de más de ocho plazas matriculados desde 2014.

Etiqueta B, amarilla: Tienen derecho a esta etiqueta los turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculadas desde el 1 de enero de 2001 y diésel a partir de 2006. Vehículos de más de ocho plazas y pesados tanto de gasolina como diésel, matriculados desde 2006.

Por otro lado, los vehículos de gasolina anteriores a 2001 y los de gasóleo anteriores a 2006 son considerados excesivamente contaminantes y no pueden llevar este hashtag.

En definitiva, se trata de una propuesta tal vez demasiado ambiciosa, pues los ciudadanos apenas disponen de margen para cambiar de vehículo y en ocasiones tampoco se pueden permitir comprar uno que se adecúe a estas circunstancias.

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