Condenado a 6 meses por matar a un perro con una sardina envenenada en Enguera


infoJUCAR | El colombicultor, según considera probada la resolución, pretendía eliminar de esta forma los gatos u otros animales que habían causado la muerte de algunos palomos
La Sección Quinta de la Audiencia de Valencia ha confirmado la condena a seis meses de prisión a un colombicultor por la muerte en 2015 de una perra que se comió una sardina envenenada que había dejado dentro de una lata en la localidad de Enguera, en una zona donde existe un centro de vuelo y entrenamiento de palomos.

El acusado, según considera probada la resolución, que confirma un fallo anterior de un Juzgado de lo Penal, pretendía eliminar de esta forma los gatos u otros animales que habían causado la muerte de algunos palomos.
El hombre, que ocupaba un cargo en la Asociación de Colombicultura, recurrió la primera sentencia al considerar que no había quedado acreditado que el animal muriera por el producto que colocó en la lata de sardinas, puesto que no se analizó la sustancia ni se practicó necropsia al animal fallecido, al tiempo que alegaba que pudo envenenarse con pesticidas.
La sentencia del Juzgado de lo Penal consideró probado que el acusado, el 26 de octubre de 2015, y siendo conocedor del riesgo de su conducta, depositó en una zona accesible al público en un polígono de Enguera, una lata de sardinas en la que había vertido junto a una sardina un compuesto granulado tóxico.
En esta zona, próxima al cementerio, los colombicultores tienen un centro de vuelo y entrenamiento de palomos, y el acusado, para eliminar a los gatos u otros animales que habían causado la muerte de algunos palomos, colocó la lata de sardinas con la sustancia tóxica bajo un ciprés en cuyo ramaje tenían instaladas jaulas de palomos.
Un día después, una mujer que salió a pasear con su perra por la zona, dejó al animal suelto, que ingirió el granulado tóxico. El can, de seis años y medio, empezó a tambalearse y echar espuma por la boca por lo que su dueña la llevó a una clínica veterinaria, que no pudo salvarle la vida tras más de cinco horas de tratamiento.
La sentencia de primera instancia le condenó a seis meses de cárcel por un delito contra la fauna e inhabilitación para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales por dos años, mientras que le absolvió de un delito contra la fauna.
La sala ha rechazado las alegaciones del acusado ya que no aprecia error en la valoración de la prueba y considera que el juez analiza "de modo detallado y pormenorizado el material probatorio" y destaca que el acusado, en cuanto supo lo ocurrido, acudió a retirar la lata y se deshizo de ella.
En esta línea, subraya que en su conducta existe dolo eventual al dejar la sustancia venenosa en un lugar de acceso público, lo que supone "aceptar la eventualidad de que dicho veneno pudiera ser ingerido por cualquier animal doméstico que merodeara por allí, como así sucedió".  | EUROPA PRESS |

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