Creada la sección valenciana de la Asociación para el Desarrollo de la Serranía Celtibérica
infoJUCAR | Su propuesta consiste en luchar contra
pérdida de población del interior de la provincia en coordinación con el resto
del interior peninsular
El pasado día 23 de noviembre
se creó la sección valenciana de la Asociación por el Desarrollo de la Serranía
Celtibérica, una agrupación que trabaja contra la despoblación de los
territorios del interior peninsular y que, para su desarrollo en nuestra
provincia, cuenta con el respaldo de diversas instituciones y con
representantes de la sociedad civil de la zona.
Al día siguiente, el
sábado 24 de noviembre, tuvo lugar en el Teatro Municipal García Berlanga de
San Antonio (Requena) una Jornada sobre la Despoblación concebida como un
espacio de reflexión para analizar el problema y sus repercusiones y, lo que es
más importante, para buscar soluciones e impulsar propuestas capaces de
aprovechar las grandes oportunidades que ofrece este territorio. La jornada
estuvo organizada conjuntamente por el Centro de Estudios Requenenses, el Grupo
de Acción Local RURABLE y Caixa Popular y contó con la colaboración de la
Asociación por el Desarrollo de la Serranía Celtibérica, la Fundación Lucio Gil
Fagoaga y las asociaciones culturales Serratilla de Utiel y Amigos de Venta del
Moro.
Un problema que crece año tras año
Aunque en buena parte de
la provincia de Valencia se tiene escasa conciencia del problema de la
despoblación, nos encontramos ante una realidad que no solo es muy próxima,
sino que ya ha alcanzado ya a un buen número de los municipios integrados en el
territorio de RURABLE y se extiende como una mancha de aceite.
A comienzos de esta
década, en 2011, un estudio del profesor Francisco Murillo Mozota puso nombre y
cifras al problema y a la región: la Serranía Celtibérica. Se trata de un área
que coincide con el antes llamado Sistema Celtibérico, que geográficamente es
muy grande (el doble que Bélgica) y que tiene muy baja densidad de población:
ocho habitantes por kilómetro cuadrado o menos. Se comenzó a hablar entonces de
La Laponia Europea. Pero, a diferencia de lo que sucede en las regiones
próximas al Círculo Polar Ártico, donde la población es muy baja por sus duras
condiciones climatológicas pero permanece estable, en nuestro territorio, con
un clima mucho más benigno, la cantidad de población desciende año tras año. Y,
lo que es más grave: sigue en descenso y sus efectos se contagian a territorios
limítrofes.
Un tratamiento especial por parte de Europa
Urge abordar el problema
y buscar soluciones. Porque se trata de territorios con muchísimas
posibilidades y porque, paradójicamente, ese desierto demográfico que es la
Serranía Celtibérica está rodeado por 22 millones de personas que se encuentran
a menos de hora de distancia. Atraer a parte de esta población para que resida
en este territorio debe ser la clave y para ello se ha puesto la mirada en la
Unión Europea y en la posibilidad de que ésta contemple un reconocimiento
especial para las regiones escasamente pobladas.
La propuesta pasa por trabajar
para que en la nueva convocatoria de fondos (correspondiente a los años
2021-2027), la administración europea otorgue a estas zonas de bajísima
demografía el mismo reconocimiento que tienen las regiones ultraperiféricas y
se puedan beneficiar de idéntica discriminación positiva: IVA e IRPF reducido,
alicientes para los funcionarios que se establecen en la zona, compensación por
los desplazamientos, etc... Como si de una isla se tratase.
Esta discriminación
positiva ha demostrado su efectividad a la hora de limitar la despoblación: la
región de las Islas Canarias ha pasado de una población de 600.000 habitantes a
los 2.200.000 desde la aplicación de la discriminación positiva reconocida por
la UE.
Trabajo colaborativo entre provincias
Pero al reconocimiento
por parte de la UE hay que añadir soluciones desde diferentes administraciones
y con distintas perspectivas. De las ponencias y el debate salieron las más
diversas propuestas que van desde la necesidad adaptar la normativa y la
legislación a la realidad de las zonas rurales y la simplificación de trámites
para los proyectos de emprendimiento hasta el mantenimiento de infraestructuras
y servicios básicos. Se habló asimismo de facilidades para producir y
comercializar productos de calidad, apertura de nuevas vías de negocio y
alternativas de ocio y cultura. También se regresó una y otra vez hacia la autoestima
colectiva: necesitamos cambiar de mentalidad para retener a los jóvenes y
conservar nuestra memoria, la memoria de nuestros mayores.
La Serranía Celtibérica
se ha propuesto conseguir que la UE reconozca este territorio como región muy
escasamente poblada y que, en consecuencia, se le apliquen políticas de
discriminación positiva. Para conseguir este reconocimiento se ha creado la
Asociación para el Desarrollo de Serranía Celtibérica que va a funcionar en
secciones provinciales. La correspondiente a la provincia de Valencia se creó
el pasado viernes 23 en una reunión a la que asistieron representantes de
instituciones y de la sociedad civil del territorio de la provincia de
Valencia.
Comentarios
Publicar un comentario