"A las dos eléctricas les interesa mucho más que se alargue la vida útil del resto de centrales nucleares"
infoJUCAR | La pugna política por Garoña puede derivar finalmente en
la ampliación de las actuales centrales como Cofrentes
© Cristina
Martín - Hispanidad
Parece que en la cuestión nuclear gana el presidente de Iberdrola, Ignacio
Galán, y pierde el ministro de Energía, Álvaro Nadal. Y es que al final, Garoña
no se abrirá y el resto de centrales nucleares renovarán sus permisos,
alargando así su vida útil más allá de los 40 años (o hasta los 50 ó 60).
Mucho
se decía de José Manuel Soria, ministro del ramo hasta abril de 2016, fecha en
la que dimitió y abandonó la política tras verse salpicado por los ‘papeles de
Panamá’, dejando su cartera en manos de Luis de Guindos. Pero se debe destacar
que el popular canario fue el único ministro que ganó el pulso a las
eléctricas.
Volvamos
a Garoña. Al final, el informe de viabilidad del Consejo de Seguridad Nuclear
(CSN) aprobado, dando el visto bueno a la reapertura de la central burgalesa,
servirá de poco. El tema enfrentó la semana pasada a Iberdrola y Endesa,
propietarias al 50% de Nuclenor -sociedad que opera Garoña- y al final, Galán
ha ganado.
Recuerden
que Iberdrola se negaba en rotundo a reabrirla, mientras Endesa estaba
dispuesta a ceder ante el Gobierno. O, al menos, estaba dispuesto a hacerlo
Borja Prado. Pero al final, se han negado a invertir: reabrir Garoña costaría
entre 100 y 200 millones de euros. Así, el diputado de Equo (otra marca blanca
de Podemos) y exdirector de Greenpeace en España, Juan López de Uralde, no
podrá hacer más política con Garoña, pues ya había anunciado que tomarían
medidas legislativas en el Congreso para impedir su reapertura, como informó la
Cadena Ser.
A
las dos eléctricas les interesa mucho más que se alargue la vida útil del resto
de centrales nucleares: Almaraz, Vandellós, Ascó, Cofrentes y Trillo, cuyos
permisos acaban entre 2020 y 2024. Álvaro Nadal apuesta por la nuclear, que es
imprescindible en España y le puede venir bien para bajar el precio de la luz,
por eso no le queda otra que agachar la cabeza y asumir que Garoña seguirá
cerrada como un mal menor.
Claro
que Galán no se conforma con esto y quiere además que el Gobierno renueve las
subvenciones a la energía eólica. Ya saben que al presidente de Iberdrola le
gusta mucho la ‘energía verde’, de hecho, el verde es el color corporativo de
la eléctrica.
Cristina
Marín - Hispanidad.com
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