Alternativa Sindical Valencia denuncia las "pésimas condiciones" de los vigilantes de la central nuclear de Cofrentes

infoJUCAR | El sindicato denuncia turnos de doce horas y semanas sin días de descanso que han derivado en cuadros de cansancio físico y psíquico
Unos sesenta vigilantes de seguridad componen la plantilla total con la que cuenta la empresa Casesa para dar protección a la Central Nuclear de Cofrentes. Desde que en el año 2011 una veintena de activistas de Greenpeace burlasen los controles de seguridad y accediesen a la central sumado al estado de nivel de alerta 4 por atentado terrorista la situación ha derivado en una  "obsesión continua" por las medidas de seguridad del recinto nuclear.

Así lo denuncia el sindicato Alternativa Sindical que ha emitido un comunicado denunciando las "pésimas condiciones" de los vigilantes de la central cofrentina. "Bien es cierto, que las medidas de seguridad y la plantilla de vigilantes han aumentado, aunque no lo suficiente. De ahí que la plantilla actual sea hostigada y exprimida mediante largos turnos de trabajo de 12 horas diarias sin descanso y 7 días seguidos de trabajo a la semana"
Según la agrupación esto ha provocado en los últimos años cuadros de estrés y ansiedad a muchos de los vigilantes, habida cuenta del cansancio físico y psíquico que, ya de por sí, tiene que soportar el personal de seguridad.
Otro tipo de irregularidades que se vienen sucediendo, desde hace años, son la imposición, de forma unilateral, del disfrute de los periodos vacacionales de los vigilantes; la confección de los cuadrantes mensuales, por parte del jefe de vigilancia, donde estos carecen de equidad sin ni siquiera respetar los descansos establecidos por ley ni haciéndoles entrega a cada uno de los vigilantes; Sin contar con una cantidad cercana al centenar de horas en formación específica que tienen que realizar todos los vigilantes de la plantilla, a lo largo del año, y que siempre coinciden tras la finalización de sus turnos, lo que supone, por si fuera poco, más carga de trabajo diaria, y que además, esas horas formativas no están siendo remuneradas por parte de la empresa Casesa.
Todas y cada una de estas infracciones en materia de las normas laborales ya han sido denunciadas ante la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Valencia por parte de nuestra organización sindical. Todo este tipo de represión laboral y de irregularidades a las que están sometidos los vigilantes de la nuclear, están siendo permitidas por parte del jefe de vigilancia perteneciente a la empresa Casesa que, a su vez, es Guardia Civil en excedencia, y por ende, cuenta con el beneplácito del departamento de seguridad corporativa de Iberdrola.
Y es que debido a la complejidad del servicio de seguridad, por tratarse de una infraestructura crítica, y la lejanía con la capital convierten la central nuclear en un gueto para el personal de seguridad privada. No en vano, la totalidad de vigilantes residen en el municipio de Cofrentes y/o en municipios vecinos.
Si algún vigilante tiene intención de denunciar cualquier tipo de irregularidad a los sindicatos es rápida y fuertemente represaliado. Todos estos hechos también van a ser denunciados por nuestra organización sindical ante la Brigada de Seguridad Privada de Valencia adscrita a la Dirección General de la Policía que son los que mantienen las competencias por parte del Ministerio del Interior para regular el sector de la seguridad privada.

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