Los agricultores valoran la campaña del aceite como “la peor de los últimos años”
infoJUCAR | La producción ha caído casi un 50% en
producción y los precios han disminuido en un 25% | Mientras el aceite de oliva
virgen extra italiano está a 5,79€/litros, el español lo está a 2,83 €/litros,
un 51,13 % más bajo
La sectorial de aceite
de oliva de LA UNIÓ de Llauradors ha hecho balance de la campaña y la califica
de “muy negativa” y una de las “peores de los últimos años” para los
productores de la Comunitat Valenciana, tanto por el descenso de la cosecha cifrado
en un 44% de media (70% Castellón, 52% Valencia y 30% Alicante), como por el
descenso del 25% experimentado en los precios.
Después de tres campañas
de comercialización con unos precios razonables, la gran distribución ha vuelto
a presionar los precios, injustificadamente, para reducir el precio en origen
del aceite. De ahí que la organización pida que se investigue un posible abuso
de posición de dominio por parte de la gran distribución.
A la situación general
de bajos precios en el conjunto de zonas productoras españolas, los productores
de la Comunitat Valenciana sufren otros agravios comparativos. En Andalucía,
donde se fija tradicionalmente el precio de nuestro aceite, la cosecha ha
aumentado un 29% y por ello se ha podido compensar en parte esa inferior
cotización, circunstancia que aquí no ha sucedido al descender la producción
casi el 50%.
Otra circunstancia que
nos hace perder competitividad es el hecho de que un productor andaluz cobrara
de media por ejemplo el pasado año una cantidad de 5.786 euros/beneficiario en
ayudas del régimen de pago básico (principales ayudas de la PAC) y un
valenciano sólo 1.865 euros/beneficiario. Por ello LA UNIÓ reclama que las
ayudas se equiparen en todo el Estado sin tener en cuenta derechos históricos y
se midan por la profesionalidad.
Mercado: Italia se aprovecha
El modelo comercial a
granel impuesto por los grandes elaboradores, principalmente cooperativas
andaluzas o Mercadona que tienen como única prioridad vender todo el aceite al
precio que sea, hacen que España a pesar de ser el mayor productor mundial, sea
muy poco competitivo y otros países, como por ejemplo Italia, se aprovechen
comercialmente de esta debilidad. Así, mientras los precios en origen del
aceite virgen extra caen el 25% en España, el 18% en Túnez y el 14% en Grecia;
en Italia el precio aumenta un 46%. Así mismo, a pesar de que España es el
principal país productor y exportador de óleo de oliva, continúa siendo el que
peores precios en origen ofrece a sus productores, por detrás de Grecia y Túnez.
Mientras el aceite de
oliva virgen extra italiano está a 5,79€/litros, el español lo está a 2,83
€/litros, un 51,13 % más bajo. Esta diferencia sigue siendo palpable en lo que
se refiere al aceite lampante, donde el caso de España es más alarmante, ya que
está solo 50 céntimos más barato que el virgen extra. En este sentido, LA UNIÓ
pone en evidencia la desinformación que aún existe entre los consumidores aquí
que estaría alimentando la industria y la distribución poniendo unos precios
que no responden a la calidad del aceite que se encuentra en el lineal. “Parece
que la industria y la distribución se han repartido los mercados cual
cárteles”, comentan desde LA UNIÓ. “Si estamos en un mercado único, esto no
debiera ocurrir. Creemos que la CMNC debiera intervenir de alguna manera”,
sobre todo cuando ocurre algo similar con el precio de los vinos de mesa frente
a Francia, o en la leche respecto del resto de Europa añaden.
En España, de acuerdo
con los datos del Informe del Ministerio de Agricultura sobre la cadena de
valor del aceite de oliva, un 86% de las ventas se realizan a través de
hipermercados, supermercados y tiendas discount. Según datos de
directodelolivar.com, el 70% del óleo de oliva que se vende en hipermercados,
supermercados y tiendas discount es de marca blanca y casi el 30% restante, de
grandes empresas envasadoras y distribuidoras. Además, el 50% del aceite de
oliva que se vende en España lo vende Mercadona a través de Sovena, empresa
envasadora portuguesa, mientras que el que se vende directamente al consumidor
final a través de cooperativas de productores no llega ni al 2%.
Además, tanto LA UNIÓ
como diferentes asociaciones de consumidores han denunciado fraude en el
etiquetado del aceite de oliva virgen y virgen extra, tanto en cuanto a la
ausencia de la indicación obligatoria sobre el origen del producto, como a la
hora de denominar virgen o extra virgen aceite de oliva que era de calidad
lampante.
Una Interprofesional ineficaz
La organización critica
las campañas realizadas por la Interprofesional del Aceite que tacha de
ineficaces, centrándose en un mercado exterior cuando en el interior aún no se
sabe reconocer la calidad de un aceite de oliva virgen extra respecto a otros de
menor categoría, y solo se hacen actos puntuales en campañas anodinas.
“Un consumidor bien
informado no estará en contra de los productores”, afirma, por lo que pide
mayor transparencia en todos los procesos de producción, distribución y
formación de los precios.
“De
poco sirve tener una presencia puntual en ferias de EE.UU o en un hotel de
Bruselas si aquí no se reconoce y valora el producto. Eso sí, el impuesto
“revolucionario” (por muy legal que digan que es) que cobran a todos los
productores para hacer las promociones ineficaces sí se cumple y se lo cobran”,
apunta.
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